Si tuviéramos que pronosticar como va a ser la tarde de alguno de nosotros el 90% de todos-as los webesféricos, que se dejan caer por estos lares, tendría una respuesta rápida. Bien, pues yo no. ¿Alguien me puede explicar lo ocurrido en Paris hace un par de días o la respuesta multitudinaria a ese vil atentado? Es así, el mundo no es que se haya vuelto loco. Es pura consecuencia del devenir de los tiempos: la revolución tecnología es una obviedad, para lo bueno y lo malo. Un uso adecuado de ella, abre infinitas posibilidades. Por ejemplo, puede hacer de una empresa difícil, un pasatiempo fructífero que llegué a generar dinero en poco tiempo o jubilar en menos tiempo, del que pensamos, el papel de abeto. A la vieja cultura del esfuerzo, le ha salido un gran competidor y el mundo del espectáculo está en concordancia con los nuevos tiempos. Nadie, cuando digo nadie; se hubiera jugado un sólo euro, a que una película indie sobre las cosas que le ocurren a un niño de 6 años hasta su adolescencia junto a su familia iba a ser la gran triunfadora de la noche. Un viaje lleno de ingenuidad, épica y fascinación de eso, que llamamos la vida. Pues, si la película de Mr. Linklater se alzó con el globo de oro al mejor film. Así, como los de mejor director y mejor actriz de reparto: Patricia Arquette en un gran estado de forma. Esa fue la fiesta del cine y la TV (preámbulo de la otra fiesta del doctorado del glamour políticamente correcto; los Oscars) en donde, este último medio se llevó el gato al agua: la última serie del año y gran apuesta de Showtime, “The Affair”. Sí, muchos éramos los que deseabamos ver con el premio a la originalísima: “The Knick” y su colosal protagonista; Clive Owen. El resto, más que previsible. Prensa extranjera de smoking—son los creadores de este evento—, champán a gogó y mucho caviar. Lo mejor, una ceremonia que fue un canto a la libertad de expresión y un gran homenaje a nuestro amado Charlie Hedbo, con un Tina Fey divertidísima. De la que este país podría aprender mucho sobre lo que es conducir un sarao de muchas horas; hubo momentos hilarantes y brillantes. Claro, esto es la piel de toro y aquello es USA, allí inventaron este negocio… Lo dicho, ahora mismo en la Costa Este hace sol; un día radiante en pleno enero. Esta tarde la cosa seguirá igual pero bajando la temperatura a medida que el sol vaya cayendo hasta la llegada de la noche más oscura… ¿Más de lo mismo o quién sabe lo que el azar nos deparará?